lunes, 15 de octubre de 2007

Genocidio Africano.

Kinshasa congoDerechos Humanos "Genocidio en el Congo Kinshasa", Octubre 2002.

Una advertencia lanzada por Amnistía Internacional sobre un probable genocidio entre los grupos étnicos hema y lendu, en la región de Ituri, Congo Kinshasa, se está oyendo cada vez con más insistencia. La ONU y la Unión Europea ya han expresando su grave preocupación ante el aumento de violencia en la zona.



El 2002 Amnistía advirtió sobre "constantes informes de matanzas en masa de civiles desarmados" en Ituri, noreste de Congo. El grupo expresó su miedo ante la posibilidad de que "incidentes deliberados puedan llevar a un genocidio ".Sin mencionar explícitamente el peligro del genocidio, la ONU y la UE repitieron también la semana pasada la advertencia de Amnistía. La UE indicó el lunes que "estaba seriamente desconcertada ante el incremento de violaciones de derechos humanos en la región de Ituri e impulsa a las partes involucradas en el conflicto a respetar los derechos humanos de la población".En Octubre del 2002, la ONU advirtió que los grupos armados en la parte este de Congo estaban "incitando deliberadamente al odio étnico como parte de las luchas ya iniciadas en la zona" y, si la comunidad internacional no reacciona para prevenirlo, el país hará frente a una "masacre de horrorosas proporciones". Durante su comparecencia en una rueda de prensa sobre su reciente misión en Congo y Burundi, la Coordinadora de la ONU Carolyn McAskie explicó a los reporteros que los mensajes que emanaban de esa parte del país "sonaban muy familiares" y que "los hemos oído antes" en la región. Se estima que el genocidio en la vecina Ruanda, en 1994, acabó con las vidas de unas 800.000 personas.Según la ONU, más de 2,5 millones de personas han muerto en Congo Kinshasa entre 1998 y abril de 2001, como resultado del conflicto. Varias agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales divulgan rutinariamente matanzas, torturas y otros abusos de los derechos humanos contra los civiles por parte de los grupos armados. En uno de los incidentes, un hospital fue acorralado y cientos de personas asesinadas, explicó McAskie, mientras que los niños se encontraron luego mutilados y con cortes de machetes. La violencia sexual también ha sido utilizada como arma de guerra por parte de la gran mayoría de las fuerzas implicadas en el conflicto. Estas informaciones confirman las advertencias de Amnstía, que recuerdan que "ha habido matanzas masivas y violaciones basadas en identidad étnica. Las llamadas de los extremistas para 'pueblos y ciudades puras étnicamente' se han producido cada vez más. Los extremistas están ahora ocupando posiciones principales en la región de Ituri, extendiéndose el odio extremo. Los choques étnicos entre los pueblos hema y lendu se han extendido perceptiblemente durante los años pasados, con varias masacres de civiles confirmadas. El conflicto ha dejado unos 50.000 muertos, la mayoría de ellos civiles, desde junio de de 1999, y ha forzado a alrededor de 500.000 personas a huir, con 60.000 desplazados sólo en Bunia, la capital de la provincia de Ituri. El ejército de Uganda, que mantiene el control de la zona, ha sido responsable en varias ocasiones de la escala del conflicto entre el pueblo hema y el lendu. Uganda proporciona armas, según las informaciones, a las milicias de las dos partes rivales, para explotar el vacío de poder dejado por este conflicto interno.Las tropas de Uganda han apoyado generalmente a los hemas, una minoría local relacionada con los himas de Uganda. Esto, alternadamente, ha ido agravando el largo conflicto étnico que estos dos pueblos han tenido sobre las tierras fértiles durante generaciones; en una situación algo comparable a la de hutus y tutsis, más al sur. Los hemas son tradicionalmente pastores, mientras que los lendus son principalmente granjeros. La ONU informa sobre la explotación ilegal de recursos en Congo Kinshasa, acusando además a Uganda de tener responsabilidades en el conflcto hema-lendu. Según informa la ONU, las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF) continúan "provocando un conflicto étnico, como en el pasado, claramente reconociendo que el malestar en Ituri requerirá la continuación de la presencia de un mínimo de personal de UPDF". El gobierno de Uganda, en varias ocasiones, ha negado su parte en el conflicto hema-lendu. Al contrario, sus tropas varias veces han "restaurado el orden y evitado más derramamiento de sangre". Expertos de la ONU discrepan; el ejército de Uganda "ha estado proporcionando armas a las dos partes involucradas en conflicto étnico, los lendus y los hemas", aseguran. Con el genocidio de Ruanda en 1994 todavía en mente, donde las tropas internacionales huyeron del país momentos antes y pudiendo haber prevenido el desastre, se hace ahora una llamada internacional para incrementar la presencia en Congo Kinshasa. La UE pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU "considerara los pasos para revisar el mandato de MONUC [la misión de la ONU en Congo] y para considerar el aumento de su presencia para la supervisión". El viernes, el Consejo de Seguridad había solicitado al MONUC cooperar con las autoridades de Uganda y Congo "para crear una Comisión de Pacificación en Ituri".

Hasta siete millones de personas han muerto en el Congo desde 1996, según el Coordinador de la ONU para Alivio de Emergencias, a consecuencia de las invasiones y guerras patrocinadas por las corporaciones que desean controlar su riqueza minera, en particular los metales coltan y niobio, utilizados en la producción de teléfonos celulares y electrónica de alta tecnología, además del cobalto, esencial para las industrias nuclear, química, aerospacial y de armas, sin dejar de lado a los tradicionales diamantes, estaño, cobre y oro.




La desgracia más abandonada del mundo, según el Coordinador de Emergencias de la ONU, es la tragedia continua que vive el Congo desde 1996. Desde entonces han muerto 6 a 7 millones de seres humanos a consecuencia de las invasiones y guerras patrocinadas por los poderes corporativos occidentales que pretenden controlar la riqueza minera de la región.
El motivo oculto del genocidio es el dominio de los recursos naturales que buscan las corporaciones estadounidenses ávidas de los significativos minerales ’raros’ coltan y niobio, indispensables en la producción de teléfonos celulares y otros ingenios electrónicos de alta tecnología; además del cobalto, un elemento esencial para las industrias nuclear, química, aerospacial y la industrias de las armas, todo esto sin dejar de lado los recursos naturales más tradicionales, como diamantes, estaño, cobre y oro. El coltan, abreviatura de colombio-tantalio, se encuentra en suelos de una antigüedad de tres mil millones de años, como aquéllos de la región del Valle de la Hendidura de Africa. El tantalio, que se obtiene entre la mena del coltan, se usa para hacer condensadores diminutos esenciales para el manejo del flujo eléctrico de los artificios electrónicos. El 80% de las reservas de coltan de todo el planeta se hallan en la República Democrática de Congo (RDC).Una historia sucia
El periodista que utiliza el seudónimo Sprocket informó en el Earth First! Journal que el “boom” de la alta tecnología (high-tech boom) de los años 90 hizo subir el precio del coltan empleado en los rockets aéreos a unos 300 dólares por libra (454 gramos). En 1996, EEUU patrocinó una invasión de fuerzas militares de Ruanda y Uganda que ingresaron por el oriente de la RDC. Hacia 1998 tomaron el control y ocuparon las áreas mineras estratégicas. Muy pronto, el ejército ruandés comenzó a hacerse de más de 20 millones de dólares al mes con la minería del coltan. Aunque el precio del metal ha caído, Ruanda mantiene su monopolio de la explotación y comercio del metal de la RDC. Existe una lluvia de informes sobre desenfrenados abusos de los derechos humanos en esa región minera.
El coltan sale de las minas a puestos comerciales clave, donde lo adquieren mercaderes extranjeros que lo envían al exterior, principalmente a través de Ruanda. Las empresas con capacidad tecnológica suficiente convierten al coltan en el codiciado tantalio en polvo y luego venden esa pólvora mágica a Nokia, Motorola, Compaq, Sony y a otros fabricantes que lo utilizan en teléfonos celulares y otros ingenios ’hig tech’.El reportaje de Keith Harmon Snow, en Z Magazine, puso énfasis en que cualquier análisis geopolítico del Congo y de las razones por las que el pueblo congoleño viene sufriendo una guerra casi inacabable desde 1996, requiere una comprensión del crimen organizado perpetrado a través de los negocios multinacionales. La tragedia del conflicto de Congo se ha solidificado con las inversiones de las corporaciones, sus ejércitos tutelados y los cuerpos supra-gubernamentales que los apoyan.

El proceso está amarrado en todos los niveles por las más grandes corporaciones, que incluyen a Cabot Corp. y OM Group, de EEUU; a HC Starck, de Alemania; y a Nigncxia, de China. Todas éstas tienen vínculos con el Panel de Expertos de Naciones Unidas para las atrocidades en la RDC. Las redes criminales preparadas y mantenidas por las grandes compañías multinacionales practican rutinariamente la extorsión, el soborno, la violación y atroces matanzas. Mientras las corporaciones occidentales obtienen tasas de beneficio sin precedentes con la minería del Congo -hasta 6 millones de dólares en cobalto crudo salen a diario de la RDC-, raramente se menciona a estas compañías mineras en los informes sobre derechos humanos.


En definitiva, es un tema que no resiste mucho análisis, sólo ayuda a saber lo caro que cuesta la tecnología, humanamente hablando por supuesto, y reconocer lamentablemente que el ser humano es absolutamente capaz de todo cuando de poder y ambición se trata.





Genocidio «High-Tech» en el Congo por Keith Harmon Snow.

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